¿Por qué “puto” y “puta” son los insultos más usados para descalificar y lastimar a varones y mujeres respectivamente? En las paredes callejeras, en las puertas de los baños públicos, en los bancos de las escuelas, en los pizarrones, en los cantitos de hinchada…
Debe tener que ver con la visión negativa que nuestra sociedad tiene ante la condición de homosexual de un hombre y la de “dispuesta” para tener sexo en la mujer; dicho de otra manera, parece ser que “lo normal” para los varones es ser heterosexual sin lugar a dudas y en la mujer, ser sumisa y de conducta sexual “reservada”.
Sería interesante que nos permitiéramos pensar por qué está así fijado “lo normal”, “lo correcto” y su contrapartida, “lo anormal” o “incorrecto”. ¿Quién o quiénes fijan esos límites? ¿Dónde se originan los fundamentos de estos mandatos? ¿Desde cuándo operan estas ideas? ¿En todas las culturas se manejan los mismos parámetros?
Y además, deberíamos reflexionar sobre cómo se estarán sintiendo los varones y mujeres que NO encuadran dentro de los bien vistos, esos familiares, compañeros/as, vecinos/as, docentes, futbolistas, artistas,… que resultan destinatarios de los grafittis, los cantitos y las miradas reprobatorias. Mientras algunos más fuertes se animan a enfrentar la hostilidad; seguramente habrá muchos que, además de sufrir la discriminación, deban esconder su malestar por miedo a recibir un maltrato mayor.
Para pensar en esto, les recomiendo dos textos literarios de grandes autores: el cuento “El marica”, de Abelardo Castillo, que cuenta lo que le pasa al distinto de un grupo de varones adolescentes; y el poema conocido como “Redondillas” de Sor Juana Inés de la Cruz, en el que la poeta les reclama a los “hombres necios” que traten mejor a las mujeres porque las seducen y, después que consiguen estar con ellas, las desprecian por considerarlas “ligeras” (hoy serían “rápidas” o “trolas”).
Corina Milán
Prof. de Orientación y tutoría
Debe tener que ver con la visión negativa que nuestra sociedad tiene ante la condición de homosexual de un hombre y la de “dispuesta” para tener sexo en la mujer; dicho de otra manera, parece ser que “lo normal” para los varones es ser heterosexual sin lugar a dudas y en la mujer, ser sumisa y de conducta sexual “reservada”.
Sería interesante que nos permitiéramos pensar por qué está así fijado “lo normal”, “lo correcto” y su contrapartida, “lo anormal” o “incorrecto”. ¿Quién o quiénes fijan esos límites? ¿Dónde se originan los fundamentos de estos mandatos? ¿Desde cuándo operan estas ideas? ¿En todas las culturas se manejan los mismos parámetros?
Y además, deberíamos reflexionar sobre cómo se estarán sintiendo los varones y mujeres que NO encuadran dentro de los bien vistos, esos familiares, compañeros/as, vecinos/as, docentes, futbolistas, artistas,… que resultan destinatarios de los grafittis, los cantitos y las miradas reprobatorias. Mientras algunos más fuertes se animan a enfrentar la hostilidad; seguramente habrá muchos que, además de sufrir la discriminación, deban esconder su malestar por miedo a recibir un maltrato mayor.
Para pensar en esto, les recomiendo dos textos literarios de grandes autores: el cuento “El marica”, de Abelardo Castillo, que cuenta lo que le pasa al distinto de un grupo de varones adolescentes; y el poema conocido como “Redondillas” de Sor Juana Inés de la Cruz, en el que la poeta les reclama a los “hombres necios” que traten mejor a las mujeres porque las seducen y, después que consiguen estar con ellas, las desprecian por considerarlas “ligeras” (hoy serían “rápidas” o “trolas”).
Corina Milán
Prof. de Orientación y tutoría
5 comentarios:
al igual ciempre cuando andamos con muchas amigas de las mano o abrazadas nos dicen que parecemos lesviana..y cuando andamos con chicos somos putas... quien se entiende????????????
gime cas
son palabras que usas para discriminan, solo lastima en la forma que se expresan...
con una simple palabra no lastimas a una persona...aveces es de confianza y otras no..
muy bueno...tienen razon en donde lo ponen a estos insultos yyyy...el que le esto es un puto
Excelente!!
Para reflexionar y pensar que lo que decimos,con la palabra, con nuestra manera de comunicarnos, también tiene sus consecuencias y lastima.
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